INGLATERRA (1774)
James Watt nació en 1736 en Greenock.
Ya de pequeño en el taller mecánico de su padre,
se pasaba horas desmontando y volviendo a montar
sus juguetes, construyendo pequeñas máquinas con
singular destreza. Pronto se interesó por la fuerza del
vapor que levantaba la tapa de la tetera en ebullición.
En la universidad de Glasgow obtuvo el título de Ingeniero.
En 1764 se dedicó al estudio de las máquinas a vapor
inventadas por Thomas Severy y Newcomen.
Estas primitivas máquinas según Watt requerían
una mejor aplicación del vapor.
Por medio de un sistema de palanca regulaba
la cantidad de vapor suministrada por la
caldera a la turbina de vapor.
Este invento fue de gran importancia en el desarrollo
y evolución en la regulación automática, por incorporar
un sensor y el actuador en una sola pieza.
Muchas fueron sus aportaciones hasta llegar a la perfección
y su primera patente fue presentada en 1769.
Interesado por su trabajo, Boulton, fabricante metalúrgico
de Birmingham se asoció con Watt, empezando
inmediatamente la fabricación de la primera máquina
de vapor industrial, que fue objeto de un gran éxito.